miércoles, 21 de noviembre de 2012

Lo que el viento no se llevó







Apurado por los golpes y ruidos que venían del pasillo, terminó rápidamente con la llamada: "Quédese tranquilo Cafierito, está todo bien. Acabo de hablar con el coronel Prémoli y nos juntamos a la una para almorzar". 

Y luego colgó. 

Se puso de pie y abriendo la puerta de su despacho dijo: “¿Qué carajo pasa acá?”. Ya era demasiado tarde cuando vio la pistola 45 apuntándole, trató de cubrirse con los brazos pero dos disparos fueron a darle en el pecho. Giró y otro entró por debajo del brazo. Ya en el piso recibió dos mas en la espalda. Antes de irse, el agresor dejó una bomba de trotyl con mecha de cuatro minutos debajo del escritorio. El secretario de prensa Federico Vistalli alcanzó a arrastrar el cuerpo hasta la salida para luego llevarlo al sanatorio de la UOM en Hipólito Yrigoyen al 3200. Pero todo fue inútil, llegó ya sin vida.

Cinco años antes, fue el principal impulsor del regreso de Perón al país. Integró inclusive la comitiva en la que el General logró llegar al aeropuerto de El Galeao en Río de Janeiro, cuando el gobierno del vecino país dijo: “hasta aquí llegaron” y los devolvió de nuevo a Madrid. 

Luego, Perón lo responsabilizaría sobre este hecho y pasaría a ser su enemigo, al punto que llegó a decir que “Él es el principal enemigo y su trenza. Hay que darles con todo y a la cabeza, sin treguas ni cuartel. Su acción fue de engaño, doblez, defección, satisfacción de intereses personales y de círculo, desviación, incumplimiento de deberes, componendas, acomodos inconfesables, manejo discrecional de fondos, putrefacción, traición, trenza. Por eso yo no podré perdonar nunca, como algunos creen, tan funesta gestión. En política no se puede herir, hay que matar, porque un tipo con una pata rota hay que ver el daño que puede hacer. Deberá haber solución y definitiva, sin consultas como ustedes resuelven allí. Esa es mi palabra y ustedes saben que Perón cumple”.

Así fue naciendo el Peronismo sin Perón que él promovía. Aliado del gobierno de Facto de Onganía en clara posición opuesta al máximo líder en el exilio. Curiosamente, en 1973, el propio General Perón reconocería en una entrevista que lo había mandado llamar dos meses antes de su asesinato para advertirle con estas palabras: "Yo le dije: a usted lo matan; se ha metido en un lío que a usted lo van a matar. Lo mataban unos o lo matan otros, porque él había aceptado dinero de la embajada americana y creía que se los iba a fumar a los de la CIA. ¡Hágame el favor! Le dije: ahora usted está entre la espada y la pared: si usted le falla al Movimiento, el Movimiento lo mata; y si usted le falla a la CIA, la CIA lo mata. Me acuerdo que lloró. Le dije usted no es tan habilidoso como se cree, no sea idiota, en esto no hay habilidad, hay honorabilidad, que no es lo mismo”.

Eran años donde uno no podía escaparse tan fácilmente de sus enemigos si había hecho alguna macana. Y en esos años, los enemigos no andaban con vueltas. Si sobrevivías al primer golpe, en el segundo o máximo en el tercero, ibas a caer. No mucho mas lejos. Y eso fue lo que pasó.

Hubo un intento en enero de 1966 en el padock del Hipódromo de San Isidro y otro en la confitería Real de Avellaneda, donde fue en realidad un intercambio de disparos entre dos grupos opositores. Y de esta zafó, aunque no su compañero Rosendo García, que con su último aliento le dijo: "Tené cuidado, te la quieren dar con todo. A mí ya me la dieron...".

¿Qué hubiese pasado de no haber existido aquél 30 de Junio de 1969?. Hubiese habido otro intento con seguridad.

La hora pactada eran las diez de la mañana. El lugar, La Rioja al 1900, la sede de la UOM. Pero algunos retrasos originados en desperfectos en el automóvil hicieron retrasar toda la operación. A las once y media dejaron el auto estacionado a la vuelta del sindicato con las llaves puestas. Golpearon la puerta del local sindical y uno de los integrantes del grupo se identificó como un oficial de justicia que traía un expendiente relacionado con el incidente de la confitería Real. Ante la negativa del portero, otro hombre sacó una credencial de la policía Federal y de esta forma ingresaron al local. Eran los últimos minutos de vida de Augusto Timoteo Vandor.

Con el tiempo su asesinato se adjudicaría a al grupo Ejercito Nacional Revolucionario. Un invento para despistar la investigación. En realidad sus asesinos eran miembros de una organización guerrillera llamada “Descamisados” que mas tarde se fusionaría con los Montoneros y que con el correr de los años y las décadas no serían mas que los actuales gobernantes de nuestro querido País.

Asi, conociendo un poco mas acerca de nuestra historia, podemos entender también un poco mas los dichos del Senador Aníbal Fernandez en referencia a su “Augusto Timoteo Moyano” con que calificara al dirigente camionero tras el primer paro al gobierno Kirchnerista en su historia.

Fuentes: El historiador – Felipe Pigna

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