jueves, 22 de noviembre de 2012

Portales dimensionales, de aquí, de allá, tuyos, míos y de "otros".



 























Muchas razones son las causantes de desapariciones de personas que nunca son encontradas. Las mas comunes podemos imaginarlas, otras, en cambio, nos costaría creer y ni siquiera las tenemos como posibilidad.

Tomemos por ejemplo algunas “cosillas” que se han sucedido en el Barranco de Badajoz –por mencionar algún sitio poco “natural”- en España. Seres blancos, luces blancas que recorren el cauce del barranco, cánticos que suelen salir de las paredes del barranco.

Pero el caso mas sorprendente es el de una niña, que desapareció a comienzos del siglo XX y que regresó a su casa varias décadas mas tarde, cuando para ella habían transcurrido algunas horas solamente.

En el año 1900, en la formación volcánica de Hanging Rock, en el estado australiano de Victoria, dos alumnas de un colegio de señoritas y también una de las maestras, que estaban de excursión en ese lugar, desaparecieron misteriosamente. El suceso dio lugar a un libro titulado “Picnic en las Rocas Colgantes”, escrito por Joan Lindsay (1965), y a una película con el mismo título dirigida por el conocido director Peter Weir (1975).

El teniente Bello, uno de los precursores de la aviación chilena, desapareció el 9 de marzo de 1914 junto con su aparato. Su extraña desaparición dio origen a la conocida metáfora “más perdido que el teniente Bello”

La misteriosa isla fantasma llamada San Borondón es considerada la octava isla de las Canarias. Se trata de una isla que cuando se la busca no aparece y que cuando no se la busca aparece. Quienes la han visto no dudan de su existencia, y en muchos casos hasta han arribado a ella y han relatado lo que vieron.

Bueno, existen muchísimos casos mas, que no tiene mucho sentido describirlos. Mencionemos por ejemplo a algunos de los sucesos acontecidos en el conocido triángulo de las bermudas.

Vamos ahora a los causales de estos sucesos, lo que seguramente ustedes querrán saber y que probablemente les costará creer o lo que es “mejor”, pensarán que puedo estar un poco “confundido” por creer en estas cosas. Pero bueno, yo no las inventé, las descubrí, investigando, leyendo y me cierran perfectamente.

No hay absolutamente nada paranormal en todo esto. Nada es paranormal a mi entender. Todo tiene una explicación científica. No creo demasiado en “paranormalidades” sino en causas sustentadas ampliamente por leyes físicas concretas.

Existen dos tipos de portales dimensionales, los naturales y los artificiales. Mientras que los primeros son inherentes a la naturaleza y su misma inestabilidad los hace impredecibles, los artificiales, al ser construidos por seres inteligentes, siempre están disponibles. Es decir, los primeros son solamente de ida, y los segundos permiten ir y regresar a voluntad.

Una puerta dimensional natural absorvió a la niña del barranco de Badajoz en 1905 y el mismo portal la trajo de regreso cincuenta años después, cuando para ella solo transcurrieron algunos “instantes”.

El teniente Bello atravesó un portal dimensional que lo trasportó a través de un worm (también llamado agujero de gusano) a otro lugar en este mismo tiempo. (Hablamos de planeta, civilización). Lo cual se deduce se trata de un portal artificial.

La isla de San Borondón (en referencia a ella se bautizó a la Bahía de Samborombón en la Provincia de Buenos Aires) fue una isla que existió en la antigüedad y que por “cuestiones” volcánicas un día desapareció bajo el océano. En el “espacio” que ella ocupaba existe un portal dimensional que puede transportarnos a otro tiempo donde ella sí existía. De allí que algunas veces puede vérsela y otras no.

Los portales dimensionales no son hechos paranormales, son hechos totalmente científicos que existen, aunque aún nosotros no conocemos la tecnología para manejarlos.

En cambio “otros” sí las conocen y suelen “hacer de las suyas” con ellos. Lógicamente, nosotros, que aún estamos intentando emerger del cascarón, pensamos que todas esas cosas provienen de hechos ubicados mas allá de la comprensión que nuestras insuficientes mentes pueden proveer.

En definitiva, son solamente hechos científicos aún no “del todo” comprobados. Bueno, en un próximo post hablaremos entonces de los “otros”.

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